¿Te esperabas este premio?
Que va, para nada. Otros años quizá había tenido más tiempo para preparar, pero en esta ocasión hemos andado muy liados y no había tenido ni un momento, si quiera, para pensar en ello.
¿Qué crees que ha tenido en cuenta Arbaso para concederte el premio?.
Quizá nuestra valía es el trabajo en directo. El tener el torno y trabajar las piezas en vivo incluso haciendo lo que nos pide el público eso pone la nota diferente.
¿Desde hace cuánto que te dedicas a la alfarería?.
Más de 30 años. Al principio, yo tendría 17 ó 18 años y me iba a la vendimia a sacar algo de dinero para poder formarme. Al de un tiempo me puse a trabajar en lo que entonces era Loitz Cerámica, que luego cogí en propiedad. Desde entonces no hemos parado.
Aunque estos sean tiempos difíciles.
Estamos atravesando un momento duro, pero en general y nuestra artesanía en particular tenemos algo que los demás no: originalidad y personalidad propia.
¿Cómo ves la Euskal Denda este año?.
Como te digo la situación actual es delicada pero que venga toda esta gente, todo el público que se ha acercado hoy, significa que hay concienciación por la artesanía, que hay un gusto por lo propio y se venda o no se venda ese es el gran valor de la Euskal Denda.
Por cierto ¿en casa de herrero cuchillo de palo?.
No, he de decir que todo el menaje de casa: estropajero, salero, platos etc etc están hechos por mí y esmaltados por Angela, mi mujer. Más te voy a decir, los platos con los que recibimos a las visitas cotidianas están, incluso, con los nombres correspondientes. He ahí nuestra diferencia.
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